No se puede dar la espalda al progreso
Debido a ello, es evidente que en los próximos años todos, o casi todos, los negocios tendrán una importante presencia digital imprescindible en los tiempos en que vivimos donde lo virtual, las más de las veces, supera la realidad.
Adaptarse a esta nueva metodología de trabajo, y a sus ventajas, nos permitirá aproximarnos a las claves del éxito y a la eficacia sostenible de nuestros negocios presentes, y futuros, permitiéndonos, a su vez, lanzar nuevas líneas de mercado adaptadas a las exigencias que esta nueva era nos impone si lo que queremos es triunfar y no darle la espalda al progreso.
La necesidad de simplificar, estandarizar y optimizar los procesos informáticos toda vez que se persigue la reducción de costes debido a la imperiosa necesidad de soslayar la crisis global en la que nos hallamos inmersos, hace que las nuevas tecnologías tengan cada vez más seguidores en todos los ámbitos de la economía.
Dar la espalda al progreso es un suicidio ante el mercado
La influencia que hoy en día tienen los procesos informáticos utilizados tanto a nivel doméstico como en industrias y comercios, así como los que interactúan en dispositivos móviles tales como notebooks, teléfonos celulares 4G, tabletas, y las aplicaciones de consumo masivo como sería el caso de WhatsApp o Line, han revolucionado el mundo de las comunicaciones y, por ende, todos los servicios basados en esos sistemas, entre ellos el mundo de la empresa.
Hoy, más que nunca, la presencia en la red es inevitable si lo que se pretende es llegar al público en general y mostrarle nuestros productos o servicios, lo contrario es dar la espalda al progreso y eso, hoy, es el camino directo al fracaso.
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